martes, 16 de octubre de 2012

Técnicas diplomáticas

La diplomacia no es una ciencia, no obstante, con el tiempo, un puede aprender qué cosas funcionan y qué no. Con todo, la mayoría dependen del interlocutor.

La que ahora voy a comentar, sin ser nada especialmente original, resulta útil (al menos cuando funciona). Algunos pueden considerar que es trampa. Yo no lo veo así. Ya en el juego de mesa se especifica que es legítimo intentar espiar a los demás jugadores. El desarrollo de la Diplomacia postal permitió otras estratagemas. Algunas, como dar mal las órdenes voluntariamente, son muy fáciles y comunes. La que voy a tratar aquí tiene que ver con jugar Diplomacia en internet.

No sé si todas aquellas páginas en las que se puede jugar tienen esta opción. webDiplomacy la tiene. Se trata del mensaje global. El engaño es bien sencillo: escribir un mensaje global como si fuera dirigido a una potencia en concreto.

Este truco, aunque simple, lo cierto es que funciona. Más incluso de lo que cabría esperar. El autor siempre puede alegar un desliz y los afectados no tienen una certeza plena de que no es así, por lo que no deja cerradas las puertas a la diplomacia posterior con las víctimas.

Recientemente, en un partida que juego actualmente (de AncientMed), el jugador Griego mandó un global (en principio destinado a mí). En él comentaba nuestra alianza para luchar contra Cartago y Egipto. Lo cierto es que me ponía en una situación muy comprometida ya que yo intentaba convencer a Cartago de que no le iba a atacar. Gracias a Dios, los daños eran mínimos (nuestra alianza no era ningún secreto). Por un lado yo no iba verdaderamente a atacar a Cartago, por otro, él tampoco podía hacer nada para evitarlo. Yo tenía pensado apuñalar a Grecia inmediatamente y Egipto parecía bastante ocupado con Cartago y Persia.

Aunque la jugada no le salió bien (suponiendo que no fuera de verdad un desliz). Fue una situación incómoda que me hizo estudiar la necesidad de modificar mi política diplomática. Mi decisión final fue hacerme el loco, advertir a Grecia de su equivocación (si no hubiera sido evidente que algo tramaba) y no molestarme en desmentir nada (como he dicho, en la práctica poco me afectaba y solo le daría credibilidad al mensaje).

2 comentarios:

  1. En la app en la que juego, es posible enviar los mensajes de manera anónima, tanto en la Conferencia como a un país en particular.

    Al principio, me parecía casi deshonroso hacer uso de ello, pero con el tiempo empecé a darle la importancia que merece. Por ejemplo, para ofrecer ayuda táctica a un jugador que no veo muy sobrado de talento y que va a caer demasiado rápido contra mi aliado. De esta manera, evito que pueda decirle a mi aliado "tu aliado te la está jugando; trata de ayudarme".

    Otra función importante es para comentar eventos como alianzas que te preocupan, por si acaso alguien no se ha dado cuenta. Por ejemplo, con Austria siempre trato de justificar que hay una Juggernaut en marcha para poner a Italia de mi parte, y para que Inglaterra presione a Rusia.

    A colación de ello, suelo tratar de emparanoiar a quien me interesa. Esto me lo hicieron en una ocasión con Alemania; hice una apertura (Fleet Kiel Báltico, München a Ruhr, y Berlin Kiel, ya que temía un ataque desde todos los frentes. Finalmente, era cierto que Italia venía a por mí, pero Francia y Rusia la dejaron tirada.

    Así que lo que suelo hacer es meterle miedo a alguien. Le digo que hay una coalición en su contra, y cómo van a repartirse su país. Un detalle importante es meterte a ti mismo como uno de los agresores, ya que sería demasiado obvio acusar a los otros vecinos y tratar de parecer que tú eres el único bueno. Normalmente, el paranoico te pregunta qué hay de cierto en los rumores. Se los desmientes y le ofreces una muestra de amistad como una DMZ. Además, si finges bien la indignación ante las acusaciones el efecto será doble. Y si tienes la suerte de que los otros vecinos ataquen a tu víctima, ahí ya tienes un aliado agradecido para rato, hasta que seas tú mismo el que le ataque.

    Un saludo.

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    1. Perdón, München a Tirol. Además, tampoco me interesaba que Austria fuera atacada.

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